Cómo escribir un buen relato erótico - Redaccion joven

Publicado el 13 de diciembre de 2022 por Álvaro

Universo literario

Cómo escribir un buen relato erótico

Publicado el 13 de diciembre de 2022 por Álvaro
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Todos llevamos un escritor o escritora dentro de nosotros mismos, incluso aquellos que aseguran no sentirse nada interesados por la literatura. Y es que, al final, escribir es una de las formas más antiguas de contar historias, de embellecerlas a través de las palabras, los gestos, las pausas… Y todos tenemos historias que contar, sean propias o ajenas, reales o inventadas. En las últimas décadas, el acceso a más información y el mayor nivel de estudios general ha permitido que muchas personas quieran convertirse en escritores, aunque sea a un nivel amateur. No hace falta ganar premios internacionales ni vender millones de ejemplares para sentir esa magia de crear una historia y que sea leída por los demás. Pocas cosas llenan tanto a un autor como editar su primer libro y recoger las opiniones de los lectores, algunos entusiasmados, otros algo más tibios. Pero como suele decirse, antes de empezar a correr hay que aprender a caminar. Internet está lleno de artículos con consejos para poder escribir mejor, muchos de ellos bastante obvios.

Hemos de leer muchísimo para poder escribir bien, repasar y revisar todo lo que escribimos una y mil veces, y enfocarnos siempre en la trama, los personajes y el conflicto. Son consejos útiles, desde luego, pero llegados a cierto punto no sirven de mucho cuando tenemos que enfrentarnos realmente al gran reto de escribir una novela, por ejemplo. Hablamos de textos con extensiones gigantescas, de más de 70.000 palabras, que deben tener una estructura entendible, unos personajes que enganchen… Preparar algo así lleva su tiempo, y cuantas más herramientas tengamos para conseguirlo, mejor que mejor. Otro de los consejos más útiles que suelen dar los escritores expertos es comenzar por relatos cortos, en lugar de por historias más largas. Así, en lugar de escribir 100.000 palabras, podremos dejarlo en 5.000, con historias más cortas pero igualmente útiles para desarrollar nuestro estilo de escritura. Escoger género también suele ser una de las decisiones más importantes que debemos tomar, sobre todo teniendo en cuenta que marcará el estilo, la trama y demás. Y empezar por un relato erótico, llevando alguna de nuestras fantasías íntimas al papel, puede ser un comienzo más que prometedor…  

Un género muy popular

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El género erótico está teniendo una época dorada en los últimos años, sobre todo gracias al éxito inusitado de 50 Sombras de Grey. La saga escrita por E.L. James, basada en un fanfiction que nació para Internet, ha vendido decenas de millones de ejemplares en estos años. De hecho, ha supuesto tal revolución para la literatura que ha arrastrado a todo un género con ella.

La erótica femenina ha dejado de estar marginada en las estanterías para colocarse entre los best sellers, en una era en la que las fantasías de las mujeres ya sí que tienen cabida. Los relatos eróticos en Internet siempre han poblado numerosas páginas y blogs, pero solían estar enfocados más bien a lo masculino, casi como porno escrito. La erótica femenina es diferente, y aunque hay escenas sexuales muy explícitas, todo se cuenta de una manera especial.  

Cómo crear la historia

Para crear un relato erótico debemos prestar especial atención a la historia, un punto en el que muchas autoras se pierden en este género. Piensan que al ser algo más enfocado a lo sexual, a lo pasional, la historia será lo de menos. Sin embargo, enmarcar esas escenas sexuales en una trama que atraiga y enganche a los lectores es el secreto del éxito de los grandes best sellers eróticos. Al ser un relato corto lo que queremos escribir, podemos reducir esa trama a una simple premisa. Una situación que lleva a un encuentro sexual, que no necesita desarrollarse demasiado en el tiempo. Y esto nos permite echar a volar nuestra imaginación para encontrar diversas formas de conectar con ese deseo latente también en nuestras lectoras. Al final, un relato erótico no deja de ser una fantasía puesta en palabras.

Podemos basarnos en nuestra propia vida o en lo que hayamos visto, leído o conocido. Todos tenemos amigos y amigas que nos cuentan sus anécdotas sexuales más picantes, y ese material también puede ser perfecto como chispa de inspiración. La historia debe contener, además, buenos personajes. En un relato corto no suele haber más de dos o tres, ya que tampoco es necesario desarrollarlos tanto. Bastará con un encuentro casual o fortuito en algún lugar especial, de dos personas que automáticamente se sienten atraídas la una por la otra. Abramos la mente y no nos quedemos solo en los típicos romances heteronormativos. ¿Podría nuestra protagonista encontrar una nueva ilusión en una chica, algo que nunca le había pasado antes? Existen millones de posibilidades y solo tenemos que dar con una con la que nos sintamos cómodas.  

Las escenas de sexo, imprescindibles

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No hay relato erótico sin un encuentro sexual, o al menos, la fantasía de un deseo que puede llegar a cumplirse. Lo que hace que un relato erótico pertenezca a ese género es precisamente la inclusión de la pasión y el deseo sexual como parte imprescindible de las situaciones y la historia. Dependerá del autor o autora el llevar esa escena más allá, dotarla de un matiz más explícito, o dejarla en algo latente. En los últimos años, lo explícito está ganando terreno en la literatura erótica, simplemente por destacar frente a aquellas historias de hace décadas en la que se utilizaban muchos eufemismos para hablar de una relación sexual. Si nuestro romance es de época, por ejemplo, podremos aludir a ese estilo, pero si es algo más moderno, no debemos tener miedo a soltar palabras “indebidas”.

Escribir escenas de sexo no es sencillo, aunque muchos piensen lo contrario por lo devaluado que está el género erótico. De hecho, aquellos que siguen afirmando que es solo porno con palabras deberían intentar describir precisamente una escena pornográfica con un estilo fluido, excitante y certero. Lo mejor para crear estas escenas es leer mucho y aprender a utilizar los adjetivos correctamente, así como los verbos de acción. Podemos ser más poéticos o más crudos, pero la intención principal es conseguir levantar el deseo del lector o lectora. Tal vez la literatura erótica no sea pornográfica del todo, pero al menos debe encender esa chispa de excitación en quien la lee, de la misma forma que el terror debe asustar o la comedia hacer reír.  

Protagonistas muy diversas

En la mayoría de relatos e historias eróticas, las protagonistas son chicas o mujeres, ya sean más jóvenes o en edad algo más madura. El género está casi monopolizado por escritoras, ya que es también un estilo por y para lectoras. Esto hace que muchas chicas se traten de identificar con la protagonista, incluso cuando es muy diferente a ellas.

¿Podemos hacer que una prostituta sea la protagonista de nuestro relato, con el riesgo de que las lectoras no conecten con su historia? Es una de las opciones más obvias, pero puede ser muy útil, sobre todo cuando estamos intentando que las lectoras saquen su lado más lascivo. Las protagonistas pueden ser también chicas ingenuas descubriendo su sexualidad, o amantes que se desatan después de un tiempo encerradas en relaciones sin amor.