El inglés es, desde hace unas décadas, el idioma casi universal con el que podemos hablar con todo el mundo, vayamos donde vayamos, incluso cuando el idioma oficial de ese lugar no sea el propio inglés. Es como si en los últimos tiempos todos nos hubiéramos acostumbrado a hablar la lengua de Shakespeare, de forma que nos demos a entender en cualquier lugar que visitemos. Dada la fuerza de la cultura anglosajona, parece que su idioma también se ha impuesto a cualquier otro en el mundo, y por eso hay tantas lecturas interesantes en inglés, tantas películas que solo llegan en Versión Original, canciones en ese idioma, etc… Aprender inglés es uno de los grandes retos actuales para muchas personas que quieren tener una gran solvencia en este idioma.
Ya sea por trabajo o por puro placer, para viajar y conocer sitios nuevos teniendo la seguridad de que vamos a hablar un idioma que entendamos y con el que nos entiendan, el inglés se ha vuelto prácticamente imprescindible para muchos, y por eso hay tantísimas escuelas de idioma hoy en día en casi cualquier lugar. Personas de todo el mundo aprenden este idioma a través de clases presenciales, cursos online y demás. No es algo sencillo, sobre todo a ciertas edades, y es que a veces el inglés puede ser bastante complicado de entender, de asimilar. Por ejemplo, la escritura es algo imprescindible, aunque solo queramos el inglés para hablarlo y entenderlo. Saber hacer redacciones es uno de los puntos básicos para aprender el idioma, y aquí te vamos a dar algunos consejos para conseguir las mejores redacciones.
Ten claras las ideas fundamentales a tratar
Normalmente, las redacciones suelen versar sobre un tema en concreto, por ejemplo, la contaminación y el medio ambiente, o la música de los 80. Sea cual sea el tema, lo que debemos tener claro es cómo lo vamos a exponer, a través de ciertas ideas. Si la redacción es muy larga, la dividiremos en diversos párrafos, y cada uno de ellos puede ser una idea diferente, desarrollándola a través de frases cortas y eficaces. Si la redacción tiene que ver con alguna experiencia nuestra, o con dar nuestra visión u opinión de un tema concreto, pensaremos muy bien lo que vamos a escribir para desarrollar las ideas que llevamos dentro sobre ese tema en particular y poder escribirlas en inglés una vez las tengamos muy claras.
Organiza tu tiempo
Hay redacciones que se pueden escribir a nuestra manera, sin límites de tiempo, pero también hay otras que solo se pueden hacer en exámenes y controles, y por supuesto, tienen un tiempo determinado para su realización. Esto significa que debemos saber aprovechar muy bien cada minuto que tengamos, porque usualmente no nos va a sobrar tiempo haciendo este tipo de redacciones, sino que iremos muy justos. Antes de empezar, organizaremos bien el tiempo que tengamos por delante, para no tener que terminar corriendo y dejar ideas buenas en el tintero. No sirve de nada tener una buena redacción al principio si luego vamos a cometer muchos fallos por terminarla a tiempo. La organización es imprescindible para hacer de la redacción un éxito completo.
Los conectores en inglés
Son una de las formas más habituales de organizar la información en las redacciones y textos, y nos ayudarán, como su propio nombre indica, a conectar todo aquello que tengamos en mente para que la redacción tenga no solo coherencia, sino también cohesión. Aprendernos numerosos conectores para hablar de ideas diferentes, de las mismas, sumatorias, especiales y demás suele ser una de las mejores formas de enfrentarnos a una de estas redacciones. Estos conectores irán al principio de cada párrafo, pero también los podemos utilizar dentro de los mismos, al principio de cada frase. Vale la pena poner varios, pero tampoco abusar tanto de ellos. Suponen un buen punto de apoyo para que las ideas fluyan dentro del texto, pero no podemos quedarnos implemente en ellos, debemos ir mucho más allá.
El vocabulario
Dependiendo del nivel en el que esté estudiando, tendrás que hablar de unos temas u otros con un vocabulario específico. Las redacciones no solo sirven para comprobar cómo nos expresamos en el idioma que estamos estudiando, sino también para saber hasta qué punto hemos asimilado el vocabulario de esa lengua. No podemos escribir con palabras típica y sencillitas en una redacción del B2 o el C!. Tendremos que demostrar nuestro nivel incluyendo palabras algo más complicadas, expresiones complejas y todo lo demás que nos sirve para dar una imagen de que estamos estudiando de verdad el idioma. Escoger las palabras adecuadas en cada momento es todo un arte, pero es aquí donde tenemos que demostrar que somos capaces de hacerlo, para conseguir que el vocabulario quede a la altura de la propia redacción que estamos escribiendo.
No dejes de practicar
El hábito no hace al monje, pero la práctica sí que hace al maestro. La única manera de aprender, de asimilar conceptos, de mejorar en todo lo que hacemos, es precisamente no parar de practicar y de ir haciendo redacciones una y otra vez, una y otra vez, perfeccionando nuestro estilo y puliendo nuestra manera de expresarnos, mientras vamos aprendiendo más gramática y vocabulario para estar mejor preparados de cara a nuevas redacciones. Todo ello se da con el tiempo, por supuesto, pero la incansable labor del estudiando de inglés es estar siempre practicando, para tener el lenguaje fresco en la cabeza, ya sea para una conversación improvisada o para este tipo de redacciones, que pueden ser muy útiles si luego, en nuestro trabajo, debemos exponer en inglés o mandar correos en este idioma, algo que en muchas empresas es cada vez más habitual.